sábado, 8 de febrero de 2014

Análisis desde el punto de vista ético de la práctica profesional del Derecho, sobre la película “Philadelphia”




Introducción 

La película trata sobre un abogado perteneciente a una importante firma que es abruptamente despedido luego de que los socios de dicho estudio toman conocimiento que tiene sida. Si bien esta es la trama principal, y la que presenta los mayores problemas éticos, a saber; discriminación, despido injustificado, prácticas abusivas, uso de influencias, entre otros, es posible también determinar que, accesoriamente, se ven en la película ciertas prácticas más bien rechazadas por nuestro antiguo Código de Ética Profesional, en la figura del abogado Joe Miller, quien luego de ciertas reticencias toma este caso.

Como hipótesis en esta película es posible señalar:

ÿ Una persona no puede ser despedida sino en razón de su desempeño laboral.
ÿ Los jueces no pueden decidir según sus prejuicios y/o creencias valóricas, sino que tienen que ceñirse al Derecho.

En el sistema norteamericano, donde el jurado es el que determina los hechos que servirán de base para la decisión del juez, tampoco deben primar consideraciones valóricas; el jurado debe apegarse a los hechos y a las convicciones a las que ha llegado por medio de las pruebas presentadas en juicio.

La justicia no puede tener fines de aleccionamiento moral bajo ninguna circunstancia, sobre todo si las premisas de tal aleccionamiento son equívocas.

El principal problema deontológico que presenta la película a analizar, es la falta imparcialidad, característica que deben tener quienes ejercen y participan de la justicia; jueces, abogados, jurado y testigos. Los prejuicios personales no pueden influir en las decisiones de estas personas en razón de un asunto litigioso. La mayor complicación en esta materia, es que los actores del sistema judicial son personas, con bagajes culturales y pensamientos propios, de los que muchas veces es difícil deshacerse. Es por esta razón que el sistema no es infalible, pero de todas formas es necesario buscar el más alto nivel de imparcialidad posible, para que las decisiones sean efectivamente apegadas al Derecho, y no a recelos personales.

No es posible, además, discriminar dentro del sistema judicial y sus procesos, en razón de orientación sexual o enfermedades, sin importar  de qué tipo de enfermedad se trata. A este respecto, el sida ha sido unas de las enfermedades más castigadas socialmente, en razón de una supuesta relación con la homosexualidad y promiscuidad.

Un tema más bien accesorio, pero que también se presenta en la película, es la conducta inicial de Joe Miller; parece ser el estereotipo de abogado que corre tras las ambulancias, es decir, busca a toda costa clientes afectados para iniciar un juicio de responsabilidad, aun cuando no hayan posibilidades reales de ganar un caso. Además, se publicita en la televisión, lo cual, a ojos del Código Ético del Colegio de Abogados, es muy reprochable.

Reseña de la película

El protagonista de esta historia es Andrew Beckett; un joven abogado, exitoso que trabaja en uno de los estudios de abogados más prestigiosos de Filadelfia. Él, se encontraba en la cima de su carrera y recibe en compensación a sus años de esfuerzo y compromiso con el estudio; uno de los casos más importantes del último tiempo.

Andrew sin embargo, guarda un secreto que no tardará en ser descubierto. Es homosexual y padece de SIDA, una de las enfermedades más terribles descubiertas en los años 80, y que era frecuentemente asociada a la homosexualidad, razón por la cual – y debido a los síntomas que presentaba- era llamada “la peste rosa”.  Andrew fue saboteado por los mismos socios del estudio, quienes haciéndolo parecer un profesional negligente, lo despiden sin dar más explicación que un “decreciente desempeño laboral”. Sin embargo, “Andy” sabía la verdad; y es que había sido víctima de discriminación por su orientación sexual y de los prejuicios típicos que acarrea su enfermedad.

Se embarca así en una lucha en busca no sólo del reconocimiento de sus derechos, sino también en defensa de su honor y prestigio profesional. Solicita a una decena de abogados representación, sin embargo sólo recibe negativas ante la fuerte repercusión que tenía la enfermedad en esos años. Finalmente llega a la oficina de Joe Miller, un abogado oportunista y homofóbico, quien después de una dura lucha en contra de sus propios prejuicios, se compromete no sólo profesionalmente en el caso si no también con la lucha de Andy como un amigo en búsqueda de sus derechos.

Durante el juicio, ambos abogados intentan demostrar que el despido de Andrew fue injustificado y motivado únicamente por prejuicios y discriminación no sólo a la enfermedad, sino también a su homosexualidad. Demostrando gran pericia profesional, Miller comienza a formar una fuerte defensa en torno a todos quienes han sido testigos del talento y la entrega profesional de Beckett; quienes  no dudan en declarar a su favor. El caso es seguido por la prensa y cientos de grupos en defensa y en contra de las minorías sexuales de toda Filadelfia. Por otro lado, la defensa presentada por el estudio, intenta desprestigiar no sólo la imagen profesional del abogado, si no también, y utilizando aberrantes argumentos discriminatorios, no duda en cuestionarlo por su “estilo de vida descuidado y promiscuo”.
Finalmente, y tras un largo proceso, el jurado falla a favor de Andrew,  condenando al estudio de abogados a pagar un monto total en indemnizaciones cercano a los US$ 5.000.000. Andrew Beckett muere de SIDA ese mismo día.

A continuación, una breve síntesis de la película:

Discriminación Laboral
Hoy nos encontramos en el momento de mayor debate en torno a la homosexualidad en Ecuador,  y la creación de normas que la amparen, sin embargo la discriminación hacia las minorías sexuales no es nueva, se ha presentado a lo largo de la historia en diversos ámbitos de nuestra vida, es así como este film se nos presenta como una herramienta de concientización.

Así es vital poder contar con un apoyo legal, evitando el amparo de la discriminación, en este caso, debido a la preferencia sexual y posterior contagio con el virus de VIH del personaje principal de esta película. No podemos permitir que las opiniones personales tiñan nuestro sistema judicial,  lo que deriva en un trato discriminatorio hacia quienes detentan posiciones minoritarias,

Para una mejor exposición de los conflictos, analizaremos en un primer momento el actuar  de Joe Miller, abogado defensor de Andy Beckett, quien se muestra en el principio del film como un abogado inescrupuloso, que busca clientes por medio de la televisión y se les acerca en los hospitales, generando además esperanzas infundadas en los mismos.

La responsabilidad ética de todo abogado debe tender a que el mismo actúe de acuerdo a parámetros morales de tal entidad que le prohíban ir en búsqueda de clientes, generarles esperanzas inexistente y que finalmente derivan en un engaño hacia el mismo.

Sin respecto de lo anterior, es del  todo loable que un personaje como el descrito, pueda pasar de ser inescrupuloso, de tener un trato discriminatorio en contra de Andy Beckett,  a lograr empatizar de tal forma con su cliente, derribando las barreras de la ignorancia,  siendo finalmente un abogado que pone en primer lugar la justicia, ésta ante todo, ante de sus prejuicios y del rechazo inicial que éste sentía en contra de su cliente.  Ya que como el mismo dice, el principal conflicto  es que se ha infringido la ley, se ha dejado que elementos personales, perjuicios de empleadores e ignorancia, pasen por sobre la ley.
Wheeler, presidente del estudio en el cual trabajaba Beckett, habría trabajado en el pasado con una mujer que portaba la misma enfermedad, pero quien la contrajo por una transfusión de sangre, lo cual no la hacía reprochable, ya que ella no tuvo, a juicio de él, ninguna actitud positiva tendiente a contraer tal enfermedad, a pesar de lo cual sí la miraba con desaire o “repulsión” como ella testificó en el juicio. Sin embargo, la actitud que mostraba en contra del señor Beckett, fue abiertamente discriminatoria,  ya que su condición de homosexual sería, en su entendimiento, reprochable. Esto lo se hace notorio, por ejemplo, cuando participa en el juicio como testigo, y hace alusión a las “reglas de Dios”, e insta a Beckett a leer la Biblia, tanto “El antiguo testamento como el nuevo”, haciendo una clara referencia a la calidad de “pecado” de la homosexualidad que consigna la Iglesia

Además de la situación anterior, son varias las escenas en las cuales se da a entender una discriminación en contra de Andy Beckett en su calidad de homosexual, lo cual, finalmente, es el eje central del asunto.
En la siguiente escena, se le pregunta a Andrew por qué jamás confesó su homosexualidad, la respuesta es alarmante.
El cual por lo demás es recalcado por la propia abogada de la contraparte, quien le hace preguntas inadecuadas y tendenciosas concernientes a su orientación sexual, y específicamente sobre su vida personal sexual, a modo de mostrarlo como un hombre promiscuo que “se buscó” contraer sida.

Esto claramente sobrepasa los parámetros éticos pertinentes. Sabemos que si bien se menciona por el propio juez de la causa, que la justicia es ciega a toda raza, política, religión y orientación sexual, como bien responde Miller, “no vivimos en este tribunal”, estamos permanentemente expuestos a tratos discriminatorios en el “mundo real” por quienes en virtud de su ignorancia prefieren actuar negativamente, como es el caso del propio Wheeler, quien debiese separar sus preferencias personales de las actitudes que un abogado debe tener, las cuales van en las direcciones de la ética profesional por sobre todas las cosas.

Así nos preguntamos, ¿Qué ética rige a quienes se inclinan por acciones discriminatorias, que no parecen imparciales en sus decisiones, sino que las mismas se ven teñidas por sus opiniones y opciones personales, y que más allá de la idoneidad de un trabajador, se fijan en la orientación sexual del mismo?

La siguiente, con seguridad, es una de las escenas más emotivas de la película:

Conflicto interno y régimen deóntico profesional

Deóntico: Su concepto básico es que obrar "de acuerdo a la ética"

¿Qué es un ideal, una creencia o un principio?

Las palabras anteriores se utilizan comúnmente para referirse al conjunto de valores y convicciones que una persona ha hecho propios y sobre los cuales enfrenta los problemas (a menudo de carácter ético) a los que se enfrenta diariamente. De acuerdo a lo que dicte su conciencia, serán las ideas fundamentales personales por las cuales se rige la conducta y/o el pensamiento de un individuo, ya que son acogidos fervientemente por el individuo como algo cierto o correcto. En la ética, los principios serán utilizados para que la persona pueda calificar de mala o buena una conducta. Así, las conductas serán diversamente clasificadas dependiendo de los principios que tenga cada persona.

En otras palabras, estos ideales se manifiestan en el  ámbito subjetivo, ya que la ética será siempre personal, y a pesar de que existan máximas universales, la reproducción de éstas en un individuo será siempre auténtica y única, pues la ética es intrínsecamente personal.

Sin embargo, al presenciar la discriminación de la que era víctima Andrew Beckett debido a su enfermedad, se da cuenta de que en definitiva, la opinión propia que tiene de los homosexuales es irrelevante, pues el tema de fondo es el hecho de que la ley ha sido quebrantada por la firma de abogados, quienes han despedido a Andrew ilegalmente. El abogado es capaz de superponerse a este conflicto personal de homofobia por el que atraviesa, pues se da cuenta que existe un interés superior, un objetivo último, el cual es restablecer la justicia que ha sido vulnerada por una práctica ilegal y por lo demás antiética, como es el despido basado en la homosexualidad y/o enfermedad, lo que le permite desligarse de sus prejuicios y actuar de forma incondicionada. Podemos decir entonces, que Joe Miller ha cumplido con el

Artículo 1º del Código de ética profesional del colegio de abogados, en tanto
“El Abogado es un servidor de la justicia y un colaborador de su administración: la esencia de su deber profesional consiste en defender diligentemente los derechos de sus clientes, con estricta sujeción a las normas jurídicas y morales.”.

En relación al mismo tema, el artículo 3 del mismo cuerpo normativo

“El Abogado tiene libertad para aceptar o rechazar los asuntos que se le proponga patrocinar, sin necesidad de expresar los motivos de su resolución.

Al decidirse, prescindirá de su interés personal, cuidando que no influya en su ánimo el monto pecuniario del asunto, ni el poder, ni influencia que puedan variar su criterio o torcer la rectitud de la justicia, ó la fortuna del adversario. 

No deberá aceptar la defensa de casos, ni opinar sobre ellos cuando en los mismos o en otros conexos ha intervenido con anterioridad como juez o ha actuado directa o indirectamente en favor de la parte contraria. Igualmente debe excusarse de intervenir cuando en lo esencial no esté de acuerdo con el cliente sobre el planteamiento y desarrollo del asunto, así como cuando tuviere que sostener tesis contrarias a sus convicciones

CONFLICTO ÉTICO-LEGAL

Conclusión
Esta película nos enfrente a una realidad respecto a la justicia que a veces no nos gusta ver: existe parcialidad, los operadores del sistema son personas, y como tales, tienen prejuicios. El Derecho está influenciado, además, por una serie de concepciones, filosóficas, históricas, incluso religiosas, y también políticas, por lo que no es absolutamente neutro. Es por esto que es tan difícil alcanzar la total imparcialidad. Sin embargo, esa es la meta y la guía que debe primar en el desarrollo de la justicia, tanto a nivel de legislación como a nivel práctico.

Es por esto que es de crucial importancia que exista normativa que permita resguardar cierto nivel de imparcialidad (el más alto posible), así como normas de carácter ético, como nuestro Código de Ética Profesional, y cursos sobre ética profesional, que permitan enseñar la forma de abordar casos complejos desde el punto de vista moral, y den directrices para solucionarlos de la mejor forma posible. Porque, al fin y al cabo, la justicia debe ser para todos, y para todo igual, o al menos ese es el ideal que se espera alcanzar.

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